Los 5 principios Reiki
1. Sólo por hoy, no te preocupes
Reiki y la meditación ayudan a conocernos a nosotros mismos y por tanto a superar las contradicciones en que nuestro egoísmo nos encierra y de ese modo encontrar una manera de vivir con más naturalidad y armonía. No buscando nada en particular y abandonando toda preocupación.
2. Sólo por hoy, no te irrites
Encontrar nuestro rincón interno de paz (nuestra naturaleza original) es la manera de que hagamos una cosa a cada momento (Aquí-Ahora) de manera plenamente consciente, Ahora a Ahora, sin intención, sin esfuerzo del ego, encontrando la sola realidad de esta vida única.
Entonces, cuando nos hallamos en profunda paz, podemos aceptar las dificultades; hacemos lo que tenemos o debemos hacer sin irritarnos sin enfado, queja, apego o tensión, sin necesidad de estimulo extra, sin caer en las formas habituales de destrucción.
3. Sólo por hoy, agradece las bendiciones en tu vida
A través de la práctica de Reiki y Meditación, la alegría brota de lo más profundo del Ser y lo hace con nuevos colores y la vida se convierte en una celebración agradeciendo todas las bendiciones recibidas.
4. Sólo por hoy, cumple con tus responsabilidades
El practicante de Reiki, atento al instante presente, aprende a conocer su conciencia más profunda. En la ignorancia, las emociones son una molestia; en el conocimiento, las mismas emociones agregan color a la Vida.
5. Sólo por hoy, sé amable con los que te rodean
El descanso en la meditación es más profundo que el sueño más profundo que jamás puedas tener, porque en la meditación trasciendes todos los deseos. Esto trae tal frescura al cerebro que es como hacerle un servicio o una renovación a todo el complejo cuerpo-mente elevado del Ser y poder ver que la totalidad del mundo es todo espíritu o conciencia.
La celebración es la naturaleza del espíritu y la celebración que surge del silencio es real. Si lo sagrado se une a una celebración, ésta se vuelve total, completa. No es sólo el cuerpo y la mente sino también el espíritu que celebra, siendo así amables con todo cuanto nos rodea.
Siéntate en silencio todas las mañanas y tardes;
trabaja en tu corazón y haz las cosas desde
ese sitio de paz que hay dentro de tí