Lágrimas de amor en el alma
Comenzó la asamblea con los ojos brillantes y el corazón henchido de amor, mientras la cabeza asentía levemente como diciendo «estoy de acuerdo y pienso lo mismo».
Las suaves lágrimas recorrieron el rostro y la voz se entrecortó al agradecer la forma nueva de empezar una labor anual necesaria.
Este año se incorporó una semilla nueva, es tímida ante los amigos de luz que la acogieron con una espiral desde el corazón, este acto a su vez desencadenó una ronda de abrazos cargados de emoción y amor.
¡Cuánta luz! La luz disipa cualquier sombra. Nos rendimos ante ella.
Y así se inicia la exposición de temas, desde la quietud interna de cada corazón, con la escucha amable y la colaboración consciente.
Los asociHados y asociHadas, siempre al servicio de un bien común, aportan lo mejor de cada quien para preparar la siembra, pues se percibe que la tierra ha vuelto a ser fértil tras los duros meses de espera.
El segundo día empieza siendo Reiki, un compañero tiene lumbalgia y nos volcamos a ofrecer lo que mejor sabemos hacer, dar… amor… Reiki…
Se tumba en la camilla boca abajo, una compi le aplica aceite esencial en la zona localizada y los demás nos acomodamos alrededor de él y en silencio le aplicamos Reiki para que recupere el equilibrio perdido o lo que más necesite en ese momento.
La luz y el amor van haciendo su efecto… El dolor se alivia… Nuestro compañero duerme…
Y cuando dejamos de puntillas al bebé dormido y nos sumergimos en la Asamblea, al sentarnos nos damos cuenta que la luz y el amor nos han fundido. Es momento de construir.
Y comenzamos a construir y renovar las estructuras físicas y vamos poniendo nuestro granito de arena con el impulso que sentimos al saber que no estamos solos, que juntos podemos… queremos.
Seguimos caminando, aprendiendo con mente abierta, mirada hacia el interior, conscientes en este presente eterno.
Una lluvia de ideas riega el campo mientras las semillas se asientan en su lugar preciso en la tierra.
Una tierra fértil, descansada, enérgica, amable y con ganas de abrazar, nutrir y amar al bebe desehado.
La asamblea llega a su fin con mucha carga y muy positiva, sin ganas de separarnos, con despedidas largas y propuestas de encuentros próximos.
¡Tarea acabada! Amor diseminado.
¿Hasta dónde podemos llegar? No tenemos ni idea de la repercusión que tendrá esta siembra, de momento nos queda la satisfacción de haber hecho bien las cosas y disfrutamos de ese estado, sin más, el resto vendrá y lo viviremos en el momento.
Epílogo:
El compost es necesario para producir grandes cosechas, es parte de la naturaleza pero ya pasó el tiempo de abonar.
El universo ha hecho que las tierras descansen para regenerar sus propiedades naturales y que la siguiente cosecha crezca de forma inefable.
Ahora es tiempo de trabajar en equipo, es hora de juntar nuestras manos sobre la tierra y expandir los frutos del amor, de la luz tal y como sabemos: poniéndonos al servicio del prójimo a través del Reiki, Luz que ilumina toda cosecha.
Gracias a todos por vuestra luz y cariño en este encuentro.
Gracias al Reiki por todos los encuentros que nos regala.
Gracias a todos los maestros, presentes, ausentes y de Luz, por estar en este encuentro.
Firmado:
Asamblea semilla